lunes, julio 25, 2016

Una niña para cambiar el mundo


En este mundo tan cruel con los que menos poseen, donde los mediocres abusan de los más débiles, con una Europa cada día más lejos de los lemas de la Revolución Francesa, donde las injusticias y horrores que quedan fuera de nuestras fronteras son ninguneadas sin rubor y donde los derechos de las millones de mujeres son cada día pisoteados aparece de vez en cuando un rayo de esperanza.
Hace mucho tiempo que tengo la convicción de que si el mundo tiene alguna posibilidad de avanzar, de civilizarse, de mejorar, va a ser de la mano de las mujeres y no me cabe duda de que uno de los personajes más determinantes de este convulso siglo XXI es una mujer, casi una niña, conocida por todos como Malala.
Malala Yousafzai nace en Mingora (Pakistán) en 1997 en el valle del río Swat, región amenazada por los talibanes. El padre de Malala, profesor y activista político le inculcó desde pequeña los valores de la educación y la igualdad. Esta es la breve historia de una niña fuera de lo común.
Son momentos difíciles en Pakistán, los talibanes controlan amplias zonas del país donde han prohibido la música, la televisión y la educación de las niñas llegando a volar más de un centenar de escuelas en la región. 
En 2008 el responsable de la BBC en Urdu decide buscar algún estudiante que relatara de forma anónima las condiciones de vida bajo los talibanes. Con 12 años Malala comienza a escribir un blog para la BBC describiendo sus vivencias bajo la ocupación de los integristas. Un año después un periodista del New York Times realiza un documental sobre su vida, luego vienen las entrevistas, la televisión, etc. Esta atención  mediática la pone en el punto de mira de los talibanes, que la amenazan de muerte.
El 9 de octubre de 2012 en Mingora, un grupo de talibanes aborda el autobús escolar donde viaja Malala y dispara sobre ella dejándola gravemente herida junto a otras dos estudiantes. Es trasladada a un hospital militar y unos días después a Reino Unido para que siga su recuperación. Se teme por su vida pero tras varios meses de rehabilitación y ante la admiración de los médicos se recupera y es dada de alta, poco después ingresa en la escuela secundaria británica. 
Después le llegaron los reconocimientos internacionales y premios como el Nobel de la Paz en 2014, encuentros con líderes mundiales y publicación de libros, sin embargo para ella el día más feliz de su vida fue cuando pudo volver al colegio: "Un niño, un maestro, un libro, un lápiz pueden cambiar el mundo”, dijo en su intervención en una asamblea de las Naciones Unidas.
Iba a decir que Malala debería ser un ejemplo, pero no, creo que su valentía y su fuerza queda lejos de la mayoría de nosotros, me conformaría con que fuera una inspiración para dar a entender que en ocasiones el débil vence al fuerte y que es posible alcanzar objetivos más modestos que el de la joven pakistaní perseverando y luchando contra las pequeñas injusticias del día a día.
Ahora Malala, amenazada ya de por vida por los talibanes, se refugia en el Reino Unido, esa nación que acogió durante décadas a otros perseguidos como Salman Rushdie y que ahora encabeza una inquietante corriente europea de miedo al diferente, que quiere salir de Europa arrastrando quizás a otros países en su deriva y que nos lleva a recordar épocas oscuras y terribles que sucedieron no hace tanto tiempo en nuestro “civilizado” continente.
Para terminar y sacudirnos de perspectivas tan poco halagüeñas nada mejor que dejar hablar a la propia Malala en la ONU en 2013:


“El 9 de octubre de 2012 los talibanes me dispararon en la cabeza. Dispararon también a mis amigos, pensaron que con sus balas nos callarían para siempre, pero fracasaron. De ese silencio surgieron miles de voces, los terroristas pensaron que cambiarían mis objetivos y detendrían mis ambiciones pero nada ha cambiado en mi vida, excepto esto: la debilidad, el miedo, la desesperanza murieron para siempre, nacieron la fuerza, el poder y el coraje». 



Tutticonfetti©2014.Todos los derechos reservados. Con la tecnología de Blogger.